Sé que agosto de 2016 es una fecha ya un poco lejana en el
tiempo, pero sería un auténtico crimen no acercar hasta este espacio lo que,
hasta la fecha, es el último disco de THEOCRACY. Cuando el mejor Power Metal se
funde con el Metal Progresivo más brillante, el resultado es “GHOST SHIP”
Su anterior disco “As the World bleeds” se remonta hasta
2011. Ya entonces, tanto público como crítica, dictaron sentencia: un escándalo…
Es una verdadera lástima que no se prodiguen más en el tiempo, porque si nos
traen material como el que presentan en GHOST SHIP, nos están privando de un
deleite sin igual. Nos encontramos ante una obra absolutamente majestuosa, que
merece una breve reseña
Para abrir boca “Paper Tiger”, donde unas melódicas guitarras
dan paso a un gran tema rítmico que desemboca en un estribillo muy fresco y
agradable, todo ello con unos coros y transiciones entre estructuras muy
cuidadas. Una gran entrada sin duda.
Le sigue el tema que da título al disco “Ghost Ship”, con
guitarras insistentes y de gran estribillo, con un trabajo de guitarra
importante, complementado con un sólo más que interesante por sus diversos
matices.
Con el tercer corte, “The wonder of it all”, se desata la
tormenta. Su riff inicial sostenido, se convierte en abrasador cuando baja de
octava y se completa la orquestación. Estrofas con cierto aire épico resueltas
con un estribillo supermelódico que se revela como un rayo de luz en medio de
la oscuridad. Para finalizar, os encontraréis con uno de los mejores solos de
todo el disco.
Con “Whishing well”, los teclados cobran protagonismo y el disco
aparta momentáneamente el estilo más power para ser más orquestal; un pequeño
respiro en el camino, pero sin perder ni un átomo de fuerza, ya que sus cambios
de rítmico hacen que en todo momento sepas donde te encuentras.
De repente llega “Around the world and back” y sientes haber
traspasado el umbral del más bello de los jardines. Melodía en estado puro,
estructuración maravillosa y un estribillo in crescendo que desemboca en un
estallido de color vocal. El solo de guitarra acorde perfectamente con el
entorno y para finalizar un sugerente cambio de tono donde el impresionante
Matt Smith nos lleva hasta el límite de su maravillosa destreza vocal.
Con “Stir the embers”, las venas recargan los niveles de
adrenalina. Ritmos cortantes, adornados con cromatismos inteligentemente
integrados y unos de los grandes estribillos del disco. Temazo a gran nivel.
“A Call to Arms” es el siguiente paso en el camino y es el
tema con más marcado carácter metalero del disco. El nivel compositivo no
desciende y en ocasiones recuerda al estilo del gran Tobias Sammet.
Para ir finalizando entramos en el que, a priori, parece el
tema menos “competitivo” del disco “Currency in a Bankrupt World”, un tema más
relajado y melódico en general, que sin ser una maravilla, está lo
suficientemente a la altura como para formar parte de un disco maravilloso.
Con “Castaway” los riffs furiosos vuelven a apoderarse de tu
respiración, concediéndote solo la calma hasta un sensacional pre-estribillo,
que da entrada a un más sensacional todavía estribillo, el cual coronará la
canción con un cambio de tono final, que aporta mayor fuerza aún a un tema que
no lo necesita, ya que es por sí mismo un TEMAZO… sí, con mayúsculas…
Pone fin al disco “Easter” un breve tema de 10 minutos, con
todo un mundo de contrastes en su interior, partes lentas, partes rápidas,
coros apoteósicos, ritmos endiablados, melodías marca de la casa, momentos que
recuerdan a un himno, todo ello como si de un homenaje se tratase, como punto y final de un disco sencillamente asombroso.
Tan solo esperar que no nos tengan embarcados otros cinco
años en este barco fantasma hasta su próximo disco…!!!
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